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El impacto de la ocupación y su trascendencia

En las últimas semanas, la ocupación ha despertado mucho interés en los medios de comunicación e, incluso, en la sociedad. Es el resultado del decreto ley para paralizar los desahucios que ha planteado el vicepresidente del Gobierno de España, Pablo Iglesias. Además, el hecho de que se vayan a ejecutar todos los desahucios paralizados en los meses del confinamiento, ha suscitado un debate político y ciudadano. ¿Pero, realmente, cuál es el origen de este fenómeno y en qué consiste?

 

Un fenómeno, el de la ocupación, que ha ido al alza desde 2008, con la llegada de  la crisis económica más notoria que se recuerda en España en los últimos años. Durante ese año más de 1.280.300 personas perdieron su puesto de trabajo en España, aproximadamente un 66,4% respecto al año anterior, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Unos hechos que provocaron que algunas familias perdieran no solo su trabajo, sino también su casa.

 

Una profunda crisis económica de la que España todavía no se ha terminado de recuperar. Ejemplo de ello son Rut y José. Este matrimonio zaragozano se encuentra ocupando la que fue su casa, en el barrio de Las Fuentes. Rut asegura que en 2018 perdieron su piso por no poder pagar la hipoteca que tenían con Ibercaja, al perder sus trabajos. Su esperanza era conseguir un empleo pronto, pero los efectos de la crisis de 2008, siguen siendo visibles en la actualidad, y les impidió rehacerse pronto de sus respectivos despidos. Una falta de ingresos que les impidió poder pagar el alquiler social que les ofreció la DGA. “Pudimos pagar los primeros meses, hasta que nos quedamos sin trabajo”, detalla Rut. Ahora mismo están a la espera de que los desahucien de la casa que están ocupando.

 

Una crisis que afectó a las clases más desfavorecidas de la sociedad. Estas, en 2020 seguían viviendo sus efectos, y ahora su situación se ve agrandada por la pandemia. La aparición del coronavirus, una situación nueva e incierta en la que todo el mundo se mueve entre el miedo y la incertidumbre, deja una preocupación social: ¿Qué ocurrirá con las personas que, además de su trabajo, pierdan su casa? Ante esta preocupación, que atañe a toda la sociedad, hay teorías muy diversas. Hay quienes piensan que esta crisis sanitaria no va a incrementar el número de ocupaciones. Otros, opinan que se van a ocupar más casas, en este caso, no por ideología, sino por necesidad.

 

Hay que destacar que las medidas drásticas que se han tomado en los últimos

meses para paliar la incidencia del coronavirus, como el confinamiento o las

restricciones de la movilidad han reducido las ocupaciones en Zaragoza, según

Víctor Gené, vicepresidente de Calles Dignas. Los confinamientos perimetrales de

municipios y comunidades autónomas ha podido desencadenar, en algunos casos,

que se ocupen viviendas, según explica José María Goyenche, representante de la

Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI). “Como hubo una época de

incertidumbre, con mucho piso vacío o gente que se trasladaba, sí que ha habido

un ligero aumento de casos de ocupación”. Además, Salvador Palazón, precursor de 

la empresa Desocupa Exprés, sostiene que la situación de pandemia ha traído

como resultado un aumento de las llamadas y del trabajo tras el confinamiento.

 

No obstante, todavía no hay datos suficientes para afirmar que haya habido un

incremento de este fenómeno en España. Así lo asegura Pablo Hijar, miembro de 

Stop Desahucios. “Es nuestra impresión, ya que no tenemos datos exactos ni

científicos que poder tomar, no da tanto la sensación de que haya más ocupación

que antes”, detalla Híjar. Concha Giménez, trabajadora social de Cáritas incide en

que no sé conoce cuánta gente hay ocupando o sin hogar en Zaragoza, pero

afirma que hay más personas en esta situación de vulnerabilidad de las que los

ciudadanos imaginan. "Nosotras hemos atendido en 2020 a más de 600 personas

en Zaragoza sin hogar que han tenido algún tipo de demanda", relata Giménez.

 

Perfil del ocupa

  

 

 

 

 

El perfil de persona sin hogar de hace 20 años de hombre solo entre 35 y 50 años, con problemas de alcohol y de adicción se encuentra “en peligro de extinción”, según cuenta Concha Giménez, trabajadora social de Cáritas. Giménez afirma que estos últimos años se han encontrado nuevos perfiles como "los menas, menores tutelados por la DGA hasta que cumplen los 18 años. En el momento que alcanzan la mayoría de edad, como no tienen alternativa residencial se ven abocados a vivir en la calle". La trabajadora social asegura que “ese es un perfil que de unos años a esta parte ha ido emergiendo”.

 

Como tercer perfil están los casos de familias solicitantes de asilo y refugio. Estas familias vienen de fuera con una situación económica muy delicada. Concha Cano, portavoz de Stop Desahucios, detalla que se están encontrando casos de este perfil. Ahora mismo están trabajando con varias familias sirias que "vinieron a España a través de un programa pagado por la Unión Europea. Ellos, durante dos años, tenían las viviendas pagadas. Se suponía que tenían también una integración laboral y una integración lingüística para que, una vez terminado el programa, pudieran ponerse a trabajar", manifiesta Cano. Sin embargo, ahora que ha terminado ese plazo, "se quedan sin nada porque las viviendas eran muy caras y, la mayoría, eran de particulares", esclarece Cano. Ahmad y su familia son un ejemplo de esta situación. Su mujer y él, al verse en la calle con su hija pequeña, decidieron ocupar la casa en la que vivían. Su lanzamiento estaba previsto para finales de 2020, pero finalmente lo lograron detener. 

Otro tipo de perfil que está creciendo es el de personas mayores de 65 años y el perfil de mujeres solas, víctimas de violencia de género, según cuenta Giménez. Este último se corresponde al caso de Esperanza. Esta es una mujer de mediana edad que está ocupando una vivienda en el barrio zaragozano de Torrero junto a sus tres hijos, uno de ellos con discapacidad intelectual. Esperanza asegura que ella es víctima de violencia de género y que este es uno de los motivos que le ha hecho acabar "ocupando por necesidad".

 

¿Qué hacer si ocupan tu vivienda?

En el modelo de justicia vigente español se pueden distinguir dos vías 

a la hora de juzgar un acto ilícito. En el caso de la ocupación no es 

distinto, por lo que se distingue, por un lado, la vía penal, y por 

otro, la vía civil.  

¿Alguna vez te habías preguntado qué hacer si ocupan tu vivienda?

Existen dos modelos de vías para denunciar este acto ilícito. La abogada

Pilar Arnas, explica la diferencia entre la vía penal y la vía

civil. "La vía penal atiende de manera más adecuada y más rápida", cuenta

la especialista en ocupación. Por su parte, "la​ vía civil tarda más tiempo al

demandar a los ocupantes", relata. Este modelo es aplicado a la hora de

desahuciar a cualquier persona que esté ocupando una propiedad "en

ese mismo momento". La elección de uno de estos procedimientos y no

del otro dependerá del objetivo que busquen las personas afectadas a la

hora de denunciar. Si su finalidad es castigar a la persona que está

ocupando su propiedad utilizará  la vía penal, que en los casos más

extremos puede suponer la cárcel. Cuando la intención es únicamente

reparar los daños, sin que el infractor acabe en prisión.

 

Estas son las medidas que pueden tomar los particulares. Pero el fenómeno de la ocupación no solo afecta a los propietarios particulares, sino que este problema también incumbe a bancos e inmobiliarias. Un trabajador de Ibercaja, cuya identidad va a permanecer en el anonimato para evitar posibles represalias, asegura que en cada ocupación "entran en juego muchos factores y cada caso es diferente". El trabajador explica que, ante una ocupación, los bancos actúan "estudiando el caso por los departamentos jurídicos de los bancos, por el departamento, si lo hay, inmobiliario y por el área de reputación y de responsabilidad social corporativa". El trabajador de Ibercaja asegura que la forma en la que se actúa es muy diferente según el tipo de ocupación. "No es lo mismo una vivienda a la que le dan una patada y se utiliza para traficar con drogas, que una casa ocupada `por las buena´”, relata el trabajador. Además, explica que "en el caso de las ocupaciones delictivas, evidentemente se cae con todo el peso de la ley y, cuanto antes, mejor. Obviamente, cuando hay una actividad delictiva o cuando sabemos que es un ocupante en serie, en estos casos se actúa de oficio denunciando y directamente se pone en manos de la ley para que se proceda a desalojar la vivienda".

Los bancos actúan de manera diferente cuando la casa está ocupada por una familia. El trabajador de Ibercaja detalla que en estos casos "se les comunica que tienen que abandonar la vivienda, pero no se actúa con una denuncia a la primera, sino que se habla con los Servicios Sociales de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos para que les busquen un alojamiento. Lo que se hace es intentar que les ofrezcan una vivienda de protección oficial que sea propiedad del Estado o de alguna de sus Administraciones. Además, se da el tiempo que puedan estimarse necesario para que se proceda al traslado". Ese trabajador de Ibercaja sostiene que "hay un tercer caso que ocurre muy pocas veces. Son aquellas personas que, en algún momento, entendemos que han actuado no con toda la buena fe que se espera. Los bancos tenemos personal que trabaja con todos estos ocupantes. Si te enteras de que esta gente se ha comprado un coche nuevo, ha pedido un préstamo para irse de vacaciones o está trabajando en negro y está cobrando mil y pico euros... en esos casos se le dice que o comienza a aportar otra vez a su deuda o tendrá que irse".

 

Este trabajador de Ibercaja confirma que, en estas situaciones, hay un conflicto. "Los bancos somos entidades privadas y, hasta cierto punto, comprendemos la situación, pero tampoco podemos dar carta de naturaleza a una ocupación", asevera el trabajador.

Por otro lado, están las inmobiliarias. José María Goyenche, portavoz Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) en Zaragoza, aclara que cuando el piso de una inmobiliaria es ocupado "lo más urgente es avisar al propietario y a la Asesoría Jurídica para que tomen las medidas oportunas. Lo que nunca debemos hacer es intentar amenazar o intentar solucionarlo por nuestros propios medios. Es mejor negociar con el ocupa a través del despacho jurídico, a no ser que el cliente estime otra cosa". Además, declara que la ocupación de una vivienda de una inmobiliaria "merma la confianza del cliente".

Es importante tomar medidas ante esta situación, porque la ocupación es un fenómeno que no solo afecta a los propietarios de las casas ocupadas, también causa graves problemas de convivencia en los barrios que más afectados se han visto por esta situación. En la ciudad de Zaragoza, vecinos del barrio de El Gancho hablan del miedo que pasan cuando salen de sus casas por la ola de violencia y robos que se vive en la zona. Pero esta no es la única zona afectada, en el barrio Oliver tienen graves problemas con la conducta de los ocupas de un edificio. Por el momento, a estos vecinos solo les queda esperar a que las medidas tomadas por el Ayuntamiento de Zaragoza, como el plan Pignatelli, y el Gobierno de Aragón vayan surtiendo efecto. 

Este fenómeno activo en la sociedad desde hace años y sobre el que ahora se vuelve a poner el foco, se considera 

controvertido. Además, existen distintos enfoques y opiniones al respecto. Esto, unido a la creación de distintos decretos o leyes divulgadas por los políticos españoles, hace de este tema un tema actual y polémico. La crisis provocada por la pandemia, también ha generado un mayor movimiento, dando lugar a distintas respuestas acerca de qué hacer con esta cuestión. 

CASA OKUPADA.

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Perfil del ocupa | Elaboración propia
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Evolución de la ocupación | Elaboración propia
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Distinción entre la vía penal y la vía civil | Elaboración propia
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