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El fenómeno de la okupación desde una perspectiva sociológica

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DRA. ANA CRISTINA ROMEA

Doctora en Sociología de las Políticas Públicas y Sociales. Profesora de Sociología, así como de Teaching Nature, Society and Culture y Teaching Practice II de la Universidad San Jorge (Zaragoza).

Desde una perspectiva sociológica interesa conocer, entre otros aspectos, cómo han ido surgiendo los movimientos sociales en torno a la vivienda y cuáles son sus principales características.  Con frecuencia, en la opinión pública se entremezclan los conceptos sobre los movimientos de okupación y los movimientos de vivienda digna, lo que dificulta el debate y la búsqueda de soluciones.  Así pues, conviene clarificar ambos conceptos[1]:

Por un lado, en el movimiento okupa predomina la idea de lucha contra el poder establecido, generando una contracultura propia y con una organización informal interna. Para este movimiento, la okupación es un medio y un fin en sí misma, buscando un cambo social amplio y tratando de que los espacios okupados sean vectores de transformación de toda la sociedad (a través de la creación de centros sociales okupas, por ejemplo).  Sus objetivos son principalmente anticapitalistas y, generalmente, están formados por gente joven.

Por su parte, los movimientos sociales por la vivienda tratan de generar interlocución con las administraciones, pues consideran la okupación solo como un medio de acceso a una vivienda digna, haciendo de estas negociaciones su estrategia dominante. Un conocido ejemplo de estos movimientos estaría relacionado con el slogan “StopDeshaucios” de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que visibiliza la movilización en torno al derecho a una vivienda digna como bien básico que permite desarrollar y ejercer el resto de derechos sociales fundamentales (descanso, cobijo, alimento, familia…). 

La conocida como “problemática de la vivienda” es una de las cuestiones sociales que más se ha politizado en los últimos años en la sociedad española[2]; mientras unos ponen el foco en el drama de los desahucios, otros tratan de frenar la okupación.  Y, sin embargo, no son más que dos caras de un mismo problema: la dificultad para el acceso a la vivienda en España que, en épocas de grandes crisis (por ejemplo, en la crisis económica del 2008 o en la crisis sanitaria del 2020), se agudiza y pasa a formar parte de las principales preocupaciones de los españoles[3].

 

En definitiva, en la sociedad española las características de los movimientos sobre okupación y/o movimientos de vivienda digna, por lo general, son bastante desconocidas para la mayoría del público y, a menudo, se recurren a argumentos estereotipados para defender u oponerse a ellos.  Sin embargo, dado que ambos movimientos están enraizados con derechos fundamentales y problemáticas sociales estructurales (vivienda, exclusión social, pobreza…), los convierten en hechos sociales transversales que afectan al ámbito urbano y social en su totalidad. 

 

Es por ello que los agentes políticos deben plantearse cómo será la respuesta que va a darse ante este desafío y si esta pasará por una reforma sustancial que ponga en el centro de la actuación la concepción del hogar como un derecho social, es decir, si lograrán recuperar la función social de la vivienda y avanzar así hacia una sociedad más igualitaria. 

[1] A partir de: González-García, R. (2015). Movimientos sociales y vivienda en España.  Boletín Científico Sapiens Research, 6(1), 31-35.

[2] A partir de:  García-Calderón, I. y Pavón M. J. (2016). Viviendas en disputa – ¿espacios de emancipación? Un análisis de las luchas por la vivienda en Madrid. Historia Actual Online, 40 (2), 113-127.

[3] Con todo, en el último CIS, la percepción de la vivienda como un problema ocupaba la posición número 15 de un total de 37 ítems, suponiendo el 2’8 de las respuestas. Fuente: https://www.epdata.es/datos/principales-problemas-espanoles-cis/45

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